Desde ayer el coro, la Schola Cantorum Santa Cecilia cuenta por primera vez con una sede permanente en el edificio de los Frailes. En una sala de grandes dimensiones visible, ubicada en la planta alta del teatrillo de los Frailes. Se trata de una estancia que viene utilizando el coro para sus ensayos desde hace un tiempo y que ahora ha cedido el ayuntamiento de la localidad.
El presidente, Iván Fernández explicó que “tras 77 años deambulando por cuarteles, bares y casas particulares, disponemos ahora de este sitio”, un espacio que ha sido decorado por Pepe Pino y que recoge donaciones de Eugenio Alberca (una pintura del escudo) y de Feliz Torrecillas (obsequió un armonio). Por su parte, Francisco Jiménez Rosales ha obsequiado las sillas y Carlos Delgado donó una réplica del busto de Miguel Romero. Agradecieron a La Espina por la guarda y custodia de los enseres.
Rafael Carmona, bendijo la sala. Mientras que el director del Coro, Rafael Sánchez apuntó que la idea es “seguir engrandeciendo nuestro patrimonio musical” de manera que “este será el lugar de todos y en el que vamos a cultivar la música de la Cuaresma”.
El alcalde, Esteban Morales, manifestó que la cesión del espacio “es una oportunidad de ofrecer a la Schola el regalo que nos han hecho” a través de su música y recuperación de particulares. Para finalizar diciendo que “tenemos la fortuna de poder sentir y escuchar el coro”.
